Antes de la floración y durante ella no puede faltarles el agua, pero hay que apartársela con cuidado: El encharcamiento es muy prejudicial. Riega mediante pulverización fina, por la mañana o por la noche, Un acolchado alrededor de las plantas contribuirá a evitar que el suelo pierda agua y a mantener frescas las raíces. Una cama de paja, corteza trituradas, acículas... También sera una buena protección en las primeras noches frías y evitará las malas hierbas.
No obstante, si ves algún hierbajo, extraerlo de inmediato, Mejor a mano, pues la herramienta puede romper las raíces. Hay raíces que son grandes consumidoras de nutrientes y te lo pedirán cuando estén en flor. Dándoles a base de soluciones no orgánicas. Pero de poco te servirán estos cuidado si la tierra a formado una corteza dura. Rónpela removiéndola con un rastrillo o binador para que las raíces sigan recibiendo agua, abono, aire. Y eliminar las flores marchitas.
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