jueves, 16 de agosto de 2012

La clavellina deltoides


La clavellina deltoides
 (Dianthus Deltoides)
 es una flor vivaz que pertenece a la familia de las cariofiláceas. Existen muchísimas especies y variedades de origen europeo y asiático, así como de cultivo y silvestres. Sus hojas son finas y de color verde intenso alcanzando una altura que va desde los quince a los treinta centímetros, en el caso las variedades más grandes. Sus flores son de tamaño pequeño pero de multitud de colores que van desde el blanco al rojo vivo pasando por todas las variedades de rosa. Lo mejor, es que se caracterizan por desprender un suave aroma en el jardín.
Es una planta resistente que sirve perfectamente como tapizante y que, además, crece con rapidez cubriendo el suelo o haciendo borduras. Florece a principios de la primavera y, algunas especies, también lo hacen a principios de otoño.
La deltoides tolera bien el sol directo, pero lo que más le gusta es la semisombra. Respecto al riego, se puede regar normalmente, sin encharcar, aunque necesitará algo más de agua durante su época de floración y, en verano, si está a pleno sol. No es especialmente exigente con el tipo de agua de riego.
Tampoco necesita que su cultivo se haga en un terreno especial ya que aguanta bien hasta en suelo calcáreo. Por supuesto,  si el suelo es poroso y rico en nutrientes crecerá mejor y florecerá abundantemente en el jardín aunque también es apta para su cultivo en maceta.
Esta clavellina se puede multiplicar mediante semillas o esqueje, pero la forma más rápida es hacerlo mediante la división de la mata.
La planta, en ocasiones, puede ser atacada por pulgones; pero la enfermedad más frecuente en la clavellina es la roya que afea sus hojas llegando incluso a acabar con ella.

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